La Red Española de la Fundación Anna Lindh en el Día de los Refugiados

20/06/2018
La Red Española de la Fundación Anna Lindh en el Día de los Refugiados

“Refugio”, del latín “refugium”, “asilo, acogida y amparo”

Quien indague en la etimología de la propia palabra “refugio” sin duda descubrirá las interesantes y reveladoras connotaciones que le están intrínsecamente ligadas: humanidad, interdependencia y responsabilidad.

Y es que la palabra refugio no viene inscrita en un simple vacío. Uno no encuentra refugio en el campo de lo abstracto, ni en ríos de tinta plagados de buenas intenciones, ni mucho menos aún en piruetas retóricas disfrazadas de pretextos. Del mismo modo en que uno no encuentra cobijo en estos castillos en el aire, uno jamás encontrará amparo sin dos brazos que le presten abrigo cuando la penuria arrecie inexorablemente.

Curiosamente en la cotidianeidad de este simple gesto – un abrazo - hallamos una manifestación clara de todas las nociones que mencionábamos antes. Ante todo, un abrazo es un gesto de humanidad: es la voluntad de reconocerse en el otro, es el coraje para asumir la vulnerabilidad del ser y sobre todo, es el valor para aceptar la irrevocable responsabilidad que se deriva de nuestra propia vulnerabilidad.

Hoy, 20 de Junio, no hay muchos motivos para celebrar. Cada día los medios de comunicación nos devuelven imágenes desgarradoras de cuerpos que yacen a la deriva en el lecho de este Mare Nostrum reinventado en fosa común. Cada día surgen nuevas formas de perversión - a cada cual más macabra - y asistimos con estupor a escenas impactantes de vallas, muros, masacres, retóricas incendiarias o niños encarcelados y separados para siempre de sus familias.

En el Día Mundial de los Refugiados, desde la ReFAL, reinvindicamos el poder de un abrazo como símbolo de fraternidad, compasión y humanidad.

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